La semana pasada fue para Isabel Pantoja una de las más bochornosas de su vida ya que fue detenida y llevada a declarar ante el juez. Tras pasar una noche en el calabozo y pagar una fianza de 90.000 euros, fue puesta en libertad.
La investigación de la tonadillera se centra en la compra de un apartamento en Guadalpín, 300 reses bravas y de engorde y su actual residencia. Isabel Pantoja compró al empresario Carlos Sánchez, relacionado con Roca, su chalet cuando ya estaba unida sentimentalmente a Julián Muñoz.
Los investigadores están tratando de descubrir si la compra de estos bienes se produjo con dinero procedente de las comisiones ilegales del ex alcalde de Marbella. El capital es, en todo caso, dinero negro, que solo podría provenir de pagos opacos a la tonadillera por sus actuaciones o de parte del botín con el que Muñoz se hizo a raiz de su alcaldía.
A las sospechas en este sentido se suman el encuentro de 50.000 dólares y 9.500 euros en metálico en su casa y los gastos de la cantante muy por encima de sus posibilidades, al igual que había hecho Mayte Zaldivar.
La policía sabía desde hace 15 días que iba a ser detenida pero se la operación se llevó con el mayor sigilo posible. De hecho, la detención se produjo por la noche para evitar un mayor revuelo.
Por su lado, Julián Muñoz, ha declarado que se encuentra en huelga de hambre. El ex-alcalde lleva ya 10 meses encerrado en la cárcel y tan sólo ha sido visitado por su pareja en dos ocasiones.
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